Un negocio: Las alternativas van desde programas gubernamentales hasta créditos a través de fintechs, para impulsar sus negocios. Expertos aclaran que es clave que utilicen estos recursos como un complemento para crecer, más no como una necesidad esencial.
Uno de los desafíos más comunes que enfrentan los emprendimientos es conseguir financiamiento, un aspecto clave para iniciar, crecer y expandirse. Según los expertos, en términos generales, no cuentan con el suficiente respaldo financiero por ser más riesgosas como sujetos de crédito. Sin embargo, esta tarea no tiene por qué convertirse en algo insalvable, ya que cada vez hay más opciones disponibles.
Hoy en día, existen diversas alternativas de financiamiento en el mercado que se ajustan a las necesidades y etapas de crecimiento de cada negocio. No obstante, los emprendedores deben ser cautelosos con créditos de baja tasa de interés que, aunque atractivos, requieren una situación financiera sólida para ser verdaderamente beneficiosos.
De acuerdo con Claudia Valdés, gerente general de BBSC, el financiamiento debe actuar como un impulso adicional para el negocio, potenciando su crecimiento y expansión, pero no debe ser vital para su supervivencia.
«Es fundamental que la empresa pueda operar de manera autónoma, sin depender exclusivamente de financiamiento externo. El objetivo del financiamiento es impulsar el crecimiento, aumentar las ventas, explorar nuevos mercados, innovar y mejorar la eficiencia, pero idealmente debe ser un complemento y no una necesidad esencial para la supervivencia del emprendimiento”.Claudia Valdés, gerente general de BBSC.
Análisis del momento oportuno
Por su parte, Alejandro Lavín, Gerente de Negocios de Zeleri -startup de pasarela de pagos para pymes- señala que los emprendedores además tienen que ser muy certeros para tomar la decisión de conseguir financiamiento. “Deben analizar la etapa en la que se encuentra el proyecto. Esta información facilita determinar si lo que se necesita es apoyo para iniciar un proyecto desde cero, momento en el que generalmente se requiere mayor capital”, indica Lavín.
Añade que, en ese caso, una opción recomendable es acudir a programas gubernamentales como los que ofrece Sercotec, que evalúan el negocio y pueden dar apoyo financiero sin necesidad de endeudarse. En etapas de desarrollo, donde el proyecto ya ha demostrado resultados positivos, pero enfrenta limitaciones de capacidad, la entrada de un inversionista puede ser clave para impulsar el crecimiento según un análisis y proyecciones financieras.
Por otro lado, el vocero de Zeleri dice que para necesidades específicas, como la actualización de equipos tecnológicos o la renovación de la marca, un préstamo bancario puede ser una inversión adecuada.
Christian Rodiek, CEO de FirmaVirtual, señala que hoy en día las opciones para acceder a crédito o financiamiento se han diversificado. En ese contexto, el experto destaca la importancia de que los emprendedores comprendan las diferencias entre las opciones ofrecidas por los bancos tradicionales, los fondos y las fintechs. Estas últimas, en particular, se caracterizan por una atención al cliente más rápida y cercana, además de requerir menos trámites en comparación con los bancos tradicionales.
Según un informe de la Alianza para la Inclusión Financiera (AFI), las fintechs han permitido que muchas pymes accedan a créditos que anteriormente no estaban disponibles para ellas en los bancos tradicionales. De acuerdo con datos entregados por Levannta, fintech chilena que entrega financiamiento a startups y pymes, en América Latina, el 30% de los préstamos a emprendedores proviene de dichas plataformas, lo que ha democratizado el acceso al crédito.
Las opciones del ecosistema pyme
Considerando estos aspectos, las pymes tienen más posibilidades para obtener financiamiento, ya sea para capital de trabajo, adquisición de activos, expansión del negocio, compra de materias primas, entre otros. Claudia Valdés, gerente general de BBSC -empresas de asesorías tributarias-, dice que primero que todo hay que distinguir que existen alternativas públicas y privadas.Valdés asegura que las privadas, como los bancos, generalmente son una opción de difícil acceso para los emprendedores, incluso los créditos con garantía FOGAPE, que ahora se enfocan en empresas más grandes con ventas superiores a 250 millones al año y al menos tres años de historial comercial. Esto excluye a emprendedores que recién comienzan y no tienen historial crediticio ni respaldo, afirmó la experta.
“La alternativa para ellos se encuentra en lo público, a través de programas municipales de emprendimiento, que suelen ser de carácter muy local y artesanal. Para proyectos más consolidados, existen opciones como los programas de Corfo y Sercotec, incluyendo Capital Semilla y Capital Abeja”, indica Claudia Valdés, gerente general de BBSC.
Adicional a este abanico de alternativas, Diego Plaza, analista financiero tributario de Maxxa, fintech de servicios financieros para pymes, destacó las siguientes opciones:
Factoring: Es un crédito a corto plazo que permite a las empresas financiar sus cuentas por cobrar mediante el traspaso de sus facturas a un tercero. Este servicio se encarga de la cobranza y recaudación de las facturas, además de realizar un análisis de riesgo de los pagadores.
Crédito rápido: Es una opción financiera que ofrece préstamos de forma más ágil y sencilla que los créditos tradicionales, generalmente con un plazo de aprobación menor a 24 horas. Su flexibilidad se refleja en la mínima documentación requerida y en la posibilidad de solicitarlo a través de plataformas digitales, con una evaluación rápida de la situación financiera del solicitante.
Leasing: Este instrumento financiero facilita la adquisición de activos fijos como vehículos, terrenos u oficinas mediante un contrato de arrendamiento con opción de compra. La empresa paga rentas mensuales para cubrir el valor del bien, permitiendo la adquisición sin necesidad de un pago inicial elevado.
FOGAPE: El Fondo de Garantía para Pequeños y Medianos Empresarios (FOGAPE) otorga créditos para inversión, capital de trabajo y refinanciamiento de deudas. Participan tanto instituciones bancarias como financieras no bancarias, que ofrecen garantías específicas para facilitar el acceso a estos créditos.
Fuente: Emol, 16 de agosto de 2024.