Por Christian Rodiek, socio fundador de FirmaVirtual
La digitalización se ha convertido en una necesidad para el desarrollo de cualquier tipo de organización en la actualidad, y en el caso de la administración pública chilena no es la excepción. La Ley 21.180 de Transformación Digital del Estado fue un paso importante para hacer que la interacción entre la ciudadanía y la administración fuera más fácil y rápida. Es por ello que este año se esperan ver los resultados de esta iniciativa, gracias a la implementación de nuevos canales y herramientas digitales que mejorarán la oferta de servicios públicos.
En la actualidad, los sistemas electrónicos han demostrado ser eficientes, seguros y necesarios. Dejar de lado el papel no solo ahorra tiempo, sino que también impacta en la calidad de vida de las personas, ya que evitan perder horas haciendo filas y desplazándose en medios de transporte contaminantes. Asimismo, el medio ambiente también se beneficia de la transformación digital, ya que se reducen los desechos y se disminuye el uso de recursos naturales.
No obstante, no solo se trata de incorporar tecnología, sino también de educar a la ciudadanía para que se familiarice con los trámites digitales y los utilice con confianza. Es importante que las personas comprendan que los procesos digitales ofrecen más ventajas que los tradicionales, como la seguridad, la rapidez y la sustentabilidad. En este sentido, es fundamental que el Estado también se encargue de difundir y evangelizar sobre la transformación digital para que la ciudadanía pierda el miedo a firmar documentos de manera electrónica y aproveche las ventajas que ofrece esta modalidad.
En este contexto, la empresa FirmaVirtual ha tenido un papel destacado en la implementación de herramientas digitales para la firma de documentos electrónicos. Sin embargo, a pesar de los avances tecnológicos, todavía existen personas que prefieren firmar de manera tradicional, pensando que tiene más validez que una firma digital. Es importante que la ciudadanía entienda que la firma electrónica es una modalidad amparada en la Ley Nº 19.799 sobre documentos electrónicos, cuya seguridad es doblemente reforzada con tecnología blockchain.
Es cierto que la firma holográfica es fácilmente falsificable y comprobar su veracidad es mil veces más difícil que hacerlo con una firma electrónica. Gracias a las cadenas de bloques, al tratar de intervenir o manipular un documento digital el archivo se rompe, quedando totalmente inutilizado. En este sentido, es fundamental que se promueva la firma electrónica como una alternativa más segura y confiable que la firma tradicional.
Durante la pandemia, la digitalización se ha convertido en una necesidad urgente para mantener la continuidad de los negocios y la operación de las organizaciones. Los líderes empresariales han reflexionado mucho sobre esto y han corrido para subirse al carro de la transformación digital. No obstante, es importante que el ciudadano común y corriente también comprenda que los cambios son positivos y necesarios para su propio beneficio.
En dos años, cerca de medio millón de personas ha firmado sus documentos de manera electrónica con nosotros y, sin duda, ellas también sacarán provecho de los trámites digitales que está impulsando el Estado. Pero, públicos y privados tenemos por delante el desafío de educar al resto de la población, que aún no se convence de que los procesos digitales ofrecen más ventajas que los tradicionales.
Firmar electrónicamente es no sólo es rápido y seguro, sino también más sustentable. Transmitir ese mensaje es una tarea que -de cara al cambio climático y la era digital- no podemos descuidar. En definitiva, la digitalización es una herramienta que está cambiando el mundo y como ciudadanos y empresas debemos aprovecharla para mejorar la eficiencia, la calidad de vida y el cuidado del medio ambiente.
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