¿Conoces la diferencia entre tener deudas y caer en un sobreendeudamiento? A menudo, estas condiciones no son fáciles de separar debido a sus matices, pero haremos lo mejor posible para ayudarte a entenderlo.
Si has llegado hasta acá es porque te gustaría saber más con respecto al sobreendeudamiento, cómo afecta tus ingresos y qué puedes hacer para gestionar mejor tu dinero. Ya que todo deudor también tiene derechos, debes saber que cuentas con ayuda.
En esta pequeña guía te explicamos el concepto, la diferencia con respecto al endeudamiento normal y los pasos que puedes poner en práctica para tener capacidad financiera y pagar tus compromisos actuales o futuros. ¿Quieres empezar?
¿Qué es el sobre endeudamiento?
Cuando escuchas la palabra sobreendeudamiento, tal vez pienses en que has llegado a un límite y en parte es así. Este término se usa para describir un estatus financiero en el que una persona u organización tiene demasiadas deudas acumuladas, lo que podría impedir que cumpla con sus gastos fijos o con sus acreedores.
De acuerdo a Economipedia, es una situación que se caracteriza por la acumulación de deudas, las cuales no pueden ser afrontadas con el dinero que ganas ahora o que tendrás en un futuro próximo. Además, puede ser dividido en dos clases:
- Sobreendeudamiento pasivo. Corresponde a una serie de circunstancias no previstas que han afectado mucho tus ingresos: muerte de un familiar, desempleo, discapacidad, enfermedad prolongada y más.
- Sobreendeudamiento activo. Esta explicación, que complementaremos más adelante, corresponde a quienes asumen deudas que están más allá de su capacidad financiera real.
Cuando alguien sobrepasa su capacidad de endeudamiento, suele ocurrir porque pide un préstamo con ingresos insuficientes. Esto quiere decir que gastan más de lo permitido y luego intentan solventar la deuda con la esperanza de un aumento de sueldo a futuro. Esto puede llevar a un círculo vicioso de solicitar crédito para pagar deuda.
Endeudamiento vs. Sobreendeudamiento
La adquisición de dudas es un estado natural para muchas personas porque a menudo pagamos con una tarjeta de crédito o pedimos financiamiento. Cuando contamos con la capacidad de asumir estos compromisos con lo que ganamos, solamente estamos haciendo un uso más o menos racional de nuestro nivel de endeudamiento.
Por el contrario, cuando las mensualidades o cuotas que generan esas deudas no pueden ser cubiertas por tus ingresos y tienes que acudir a tus ahorros, entonces ha comenzado el sobreendeudamiento. Si esta situación te genera retraso en el pago o el impago, tus finanzas personales se verían seriamente afectadas.
Señales de que estás sufriendo sobreendeudamiento
Puede que esto no sea un simple caso de sacar cuentas porque estás viendo que los ingresos que recibes no te alcanzan. De hecho, el sobreendeudamiento también se alimenta de nuestra conducta con respecto al dinero y las decisiones que tomamos.
Entre las señales de alarma más evidentes, tienes que estar pendiente de lo siguiente:
- Abonar con crédito. Esto sucede cuando optas por adelanto de efectivo de la tarjeta de crédito o un préstamo para cancelar alguna mensualidad pendiente.
- Dejar de cumplir. Suele indicar que no has podido pagar una cuota que debes o que has solventado la situación luego de la fecha de vencimiento.
- Problemas de liquidez. Esta condición es muy parecida a pagar un compromiso asumiendo otro. Es decir, como no dispones de suficiente dinero en tus cuentas, recurres a la tdc o un crédito para hacer un pago.
- Desbalance presupuestario. Esto puede pasar si no sigues la regla 50/30/20: destinar el 50% de tus ingresos a gastos fijos, utilizar el 30% para gastos diarios que no son fijos y ahorrar el 20% restante.
¿Quieres saber cuáles son las causas más comunes que llevan al sobreendeudamiento?
Causas que pueden llevar al sobreendeudamiento
Aunque no sea una opinión popular, el aprendizaje de la gestión financiera debería ser materia obligatoria durante la adolescencia. Decimos esto porque es fundamental que internalicemos lo que es el endeudamiento y el sobreendeudamiento desde jóvenes. A la larga, estos conocimientos podrían traernos muchos beneficios.
También es cierto que la información no siempre puede prevenir una situación en la cual el dinero no te alcance para pagar tus deudas a tiempo o antes de lo convenido. Entre las causas más frecuentes que pueden dejarte sin mucho espacio para maniobrar, encontramos:
- Vivir en pobreza. La falta de recursos puede llevarte a una espiral de endeudamiento difícil de superar. Muchas personas que viven en condiciones de carestía se ven obligadas a solicitar financiamientos que no pueden pagar. Cuando esto ocurre, es porque el prestamista no tiene cómo identificar que la persona es un riesgo de inversión.
- Descuidar la economía personal. Junto al saber un poco más sobre finanzas personales, también está el hecho de desconocer el costo real del endeudamiento. Además de querer gastar más de lo que tienes, también influye el no leer bien los contratos, no realizar un presupuesto y dejar la administración del dinero a la buena de Dios.
- Experimentar pérdidas importantes. Por ahora está establecido que nadie puede predecir su futuro con precisión, dando lugar a muchos eventos inesperados que alterarán tu situación financiera. Como son sucesos macro y micro económicos que no puedes controlar, alguno de ellos puede conducirte al sobreendeudamiento.
¿Qué hacer si estoy sobre endeudado?
Ya hemos visto algunas de las causas que pueden provocar el sobreendeudamiento. En líneas generales, cuando atraviesas esta situación te aconsejamos hacer un análisis profundo sobre cómo estás manejando tu dinero. Solamente realizando una autoevaluación crítica y reconociendo que tienes problemas puedes empezar a salir de deudas de manera sistemática.
Pasar del endeudamiento grave a un sobreendeudamiento puede suceder si no atiendes las señales correctas. Esto es algo muy común porque las personas habitualmente no están atentos a su economía. Si entendemos que las finanzas personales son 80% conducta y 20% conocimiento, esto te exige encarar la situación con esfuerzo y constancia.
Entendemos que la posibilidad de no poder pagar o quedar mal con tus acreedores puede generar estrés o angustia. Sin embargo, haciendo pequeños ajustes, apelando a la disciplina financiera y teniendo una actitud positiva puedes salir adelante. Como muchas otras cosas en la vida, el sobreendeudamiento tiene solución si tomas las medidas adecuadas.
Ahora que sabes por dónde comenzar, ¿te interesa saber qué pasos tomar para evitar el sobreendeudamiento?
11 pasos para evitar el sobreendeudamiento
No se puede pretender que todos lleven una vida organizada y que hagan un seguimiento estricto de lo que consumen o de cómo están administrando su dinero. No obstante, el hecho de tener una noción general de lo que son unas finanzas saludables, puede ayudarte a prevenir que caigas en el sobreendeudamiento sin darte cuenta.
En función de lo anterior, te dejamos 11 recomendaciones que te ayudarán a evitar el sobreendeudamiento:
1. Revisa tus deudas
Aunque en un futuro próximo esperas recibir más ingresos, tu primera tarea consistirá en evaluar si existe la posibilidad de que estés sobre endeudado. Esta labor está orientada a que identifiques con precisión cuáles son las deudas más urgentes y las que pueden esperar. Lo importante es ir liquidando una a la vez para ir aliviando tus gastos.
Por supuesto, esto debe ir acompañado de otras medidas de austeridad financiera para que puedas lograr el objetivo trazado. Aquí no se trata de pedir un préstamo u otra tarjeta de crédito para cumplir con tus compromisos. En cambio, te sugerimos que te organices mejor y hagas un uso más apropiado de tu dinero.
2. Realiza un presupuesto
Lo anterior debe estar complementado con un presupuesto semanal o mensual para que distribuyas de forma más eficiente tus ingresos. Esta herramienta es una simple relación de gastos en la que vas asignando una cantidad a cada una de las categorías que incluyas: hogar, seguro, educación, ahorro, emergencias, deudas y mucho más.
En cualquier caso, lo ideal sería que pudieras seguir al pie de la letra lo que hayas presupuestado para cada cosa. Esto podría significar recortar algunos gastos no necesarios (entretenimiento, salir a comer, etc.) para asignar mayor dinero a compromisos que están afectando tu liquidez y que comprometen tu capacidad de pago.
3. Define tu capacidad de endeudamiento
No puedes salir de deudas de forma efectiva sin conocer a ciencia cierta tu capacidad de endeudamiento. Esto implica calcular el dinero del cual puedes disponer una vez que hayas restado los gastos fijos en los que incurres cada mes. Lo idóneo sería que te sobrara el 50% de lo que percibes, pero esto puede variar según tus hábitos de consumo.
La sabiduría convencional nos dice que cuando tu nivel de deuda sobrepasa el 30%, las cosas empiezan a complicarse. A pesar de encontrarte en una situación parecida, la mejor respuesta consiste en encarar tus condiciones económicas con practicidad. Elabora un plan tomando nuestros consejos y enfócate en cumplirlo hasta el final.
4. Reduce los gastos hormiga
Las finanzas saludables están guiadas por un gran sentido del ahorro, una buena planeación y la disciplina del autocontrol. Los gastos hormigas están fundamentados en antojos, compras impulsivas y la tendencia al despilfarro. Recuerda que por poco que parezca, cada pequeño gasto va restándote capacidad de pago al llegar a fin de mes.
Está bien que no puedas vivir sin el café de la esquina, pero deberías limitar esos consumos vampiro que resultan innecesarios desde un punto de vista objetivo. La práctica del autocontrol puede ser inculcada en la familia para que todos puedan contribuir a reducir gastos y tener una economía del hogar con mayor holgura.
5.Promueve el consumo inteligente
Muy relacionado con lo anterior, el consumo inteligente tiene que ver con tomar decisiones informadas al momento de adquirir un producto o servicio. También se aleja de la compra impulsiva porque está orientado a que compares opciones, leas reseñas, busques opiniones y trates de tomar la mejor decisión precio‐valor.
Otro aspecto de esta práctica está relacionado con salvaguardar el medioambiente mediante una toma de decisiones con objetivos claros. Mucho de esto tiene que ver con reducir, reusar y reciclar lo que consumes de forma habitual. Esto te permite ahorrar más y adquirir bienes en función de tus verdaderas necesidades.
6. Evita solicitar préstamos nuevos
Ya hemos establecido que el pagar deudas con créditos es una mala idea cuando intentas evitar el sobreendeudamiento. Lo más sensato sería pagar un financiamiento importante que ya tienes (hipoteca, auto, etc.) antes de asumir otro compromiso. Esta conducta lo único que hace es comprometer tu plan y el futuro económico de tu familia.
Una manera eficaz de evitar tentaciones y no caer en insolvencia es cortando cualquier tarjeta de crédito sin pensarlo. Así como lo oyes. Puede que sea algo extremo, pero esto evitará que tengas que gastar en cosas superfluas que a veces llamamos ‘emergencias’. Además, rompes con el ciclo de endeudamiento que puede estar agobiándote.
7. No caigas en la trampa de la comparación
La comparación con otro es una situación poco saludable cuando tratas de tener disciplina y dejar atrás el endeudamiento peligroso. Las redes sociales alimentan ese sentido de envidia o de ‘querer hacer lo mismo que otros’ que te puede hacer tropezar. No importa lo que estén haciendo tus familiares o amigos, en algún momento podrás vivirlo también.
Cuando sufres de endeudamiento y pones todo tu empeño por salir de ello, resulta difícil no compararte con los demás. Lo cierto del caso es que no conoces con detalle cuál es su situación financiera o si en realidad están peor que tú. Lo importante es entender que cuando salgas del hoyo, entonces el cielo se verá más azul.
8. Paga con efectivo o débito cuando puedas
Ahora que no puedes recurrir a préstamos ni tarjetas de crédito, tienes que usar el dinero contante y sonante cada vez que compres o pagues. La esencia de esta ejercicio radica en darte una mayor conciencia del dinero que tienes disponible. Saber que no hay dinero para tal o cual ‘gusto’ te confiere una mayor disciplina.
Uno de los resultados favorables de esta práctica es que conoces con mayor exactitud cuánto dinero está saliendo y entrando cada semana. Por otro lado, el usar la tarjeta de débito o el efectivo no te genera comisiones adicionales ni acumulación de intereses, lo cual quieres evitar a toda costa tratándose del sobreendeudamiento.
9. Aguanta toda inversión
Aunque algunos expertos recomiendan ahorrar en cualquier circunstancia, esta no se presta para ello. Cuando vives de quincena en quincena, lo mejor es parar cualquier inversión a futuro para atender las deudas que podrían llevarte al sobreendeudamiento. Esta opción persigue liberar algo de dinero para que vayas bajando el monto de lo que debes.
Una idea interesante requiere que reúnas al menos $500 lo más pronto posible y que puedas usar como fondo de emergencia. Se trata de una medida de seguridad mientras vas saliendo del endeudamiento. No importa si tienes que vender algo, ya luego tendrás capacidad financiera para volver a invertir o incentivar el ahorro familiar.
10. Consigue ingresos adicionales
Luego de que hayas hecho un presupuesto acorde con tus circunstancias y tienes la disposición de no asumir deudas nuevas, es hora de buscar recursos. Puedes intentar tomar un segundo empleo o generar ingresos extras de forma más o menos rápida para disminuir tu deuda. Podría hacer teletrabajo o buscar algo fuera, hay muchas opciones.
Entendemos que nadie quiere estar trabajando todo el día, pero resulta algo necesario si quieres evitar el sobreendeudamiento. Te recordamos que esto no será para siempre y que debes empezar a hacer algo diferente si esperas salir a flote. Por el momento asumirás algunos ‘sacrificios’ y tendrás limitaciones, pero al final valdrá la pena.
11. Utiliza el efecto bola de nieve
Cuando tienes algo de dinero extra y un fondo de emergencia, puedes comenzar a pagar tus deudas con el método bola de nieve:
- Haz una lista de tus deudas, desde la más pequeña a la más grande. Paga el mínimo en cada una salvo en la menor.
- Enfrenta la deuda más pequeña con todo lo que tienes, ya sea que debas vender algo que ya no uses. Pon cualquier ingreso adicional en este compromiso hasta que lo liquides.
- Una vez que pagues esa deuda, utiliza el dinero que le estabas dedicando para pagar la siguiente en la lista. Sigue pagando el mínimo en las restantes y deja que la bola de nieve haga su magia.
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Si nuestras sugerencias para evitar el sobreendeudamiento te han gustado, ¿las pondrás en práctica?